¿Por qué nos
complicamos tanto? ¿Por qué nos metemos en asuntos propios de otros en lugar de
en los nuestros, si ya bastante tenemos con estos? ¿Por qué de cosas nimias
solemos armar semejantes jaleos? ¿PARA QUÉ?
Por qué nos tomamos libertad para decir a otros qué tienen que hacer, y hasta qué sentir.
Por qué
no ACEPTAMOS lo que ES y nos quedamos en las lamentaciones en lugar de hacer algo por cambiarlo si lo que vemos no nos gusta.
No. Aprender a
decir NO. Complicado. Lo hacemos complicado.
Porque nos da ¿miedo?
seguir nuestra intuición y confundirnos. Correr detrás de lo que nos apetece hacer y no hacer eso que tanta pereza nos
da y se supone que es lo que “deberíamos”.
Porque, la pereza y la pasión no sé si congenian.
Parar, mirar,
escuchar, sentir, amar… e ir a dónde nuestros pies nos lleven, salir corriendo detrás de lo que nos mueve,
que nos ilumina, que nos hace brillar. Y soñar, soñar a lo grande, pero no para
lamentarnos de lo que podía haber sido, sino para ir tras ello como locos.
Pero una vez más, se nos pone todo por delante. Lo que la gente espera
de ti no coincide con lo que tú quieres hacer. No quieres invertir las horas delante de
un libro esperando a que se te graben los párrafos, ni delante de documentos
que ni te van ni te vienen, no quieres echar currículums como loca por todos
lados, porque no quieres verte dentro de un tiempo en un lugar que no es el que quieres y no tener tiempo para lo que sí deseas. Que es VIVIR. Es libertad, es compartir. E ir en
búsqueda de ese lugar donde encontrarte, donde sentirte, donde quieres estar.
Y es que “no hay tiempo”.
Pero Sí, no nos engañemos, tiempo hay. Lo que no sabemos es cuánto vamos a tener
nosotros de estar aquí, así que mejor disfrutarlo.
Y no sé cómo
puede ser que hayamos llegado a esto. Me resulta realmente triste que no
sepamos/queramos escucharnos, que no sepamos qué queremos de verdad, que no le demos mayor importancia y no vayamos
tras ello porque “lo demás” se nos ponga por delante. Cuando “lo demás” es lo
que se nos ha construido, y generalmente lo que OTROS esperan. Cuando “lo demás”
no tiene tanto valor y seguramente será mucho mejor cuando estés en tu sitio. Cuando
vivas, cuando seas feliz. Cuando ese lugar que aparece en tus sueños sea en el que estás.
Porque
llamadme loca, ingenua, soñadora…pero estoy convencida de que se puede estar
ahí. Y no es que se pueda, es que ese ES nuestro sitio.
Salud y Luz.
Encarni
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