¡Hola! ¿Cómo estáis? Espero
que hayáis disfrutado del fin de semana.
Por aquí está un poco
complicado hacer planes. Por un lado el tiempo, que pasa en un momento de un
calor bochornoso a una chubascada que mejor te pille a cubierto, y
seguidamente sale el sol pero hace falta abrigo. (De hecho cuando me he levantado hacía un sol impresionante y ahora
está lloviendo). Y por otro las circunstancias; imprevistos, visitas inesperadas…
En fin, que parece que la estabilidad se resiste. Pero bueno, ¡esto es la Primavera!
En fin, que parece que la estabilidad se resiste. Pero bueno, ¡esto es la Primavera!
Y a esto le daba
vueltas ayer a la tarde, cuando por fin pude encontrar un momento a solas para
mí. A cómo nos gusta tenerlo todo controlado y la ansiedad/malestar que nos
generan la incertidumbre y los cambios de planes. Tendemos a querer
tenerlo todo controlado, y muchas veces esto nos impide disfrutar del momento;
de esa visita inesperada, de esa mano que estás echando a quien te lo ha
pedido, de las personas que tenemos a
nuestro alrededor, de esos momentos que surgen “sin querer”…
Nos cuesta dejar que las cosas sean, sucedan, que fluyan… sin más. Y fluir con ellas.
Os dejo con algunas imágenes de una de esas salidas surgida "sin más" con mis padres el pasado otoño por la sierra de Urbasa, en Navarra.
"No andéis preocupados por el día de mañana. A cada día le basta su propio afán"
Salud y Luz.
Encarni
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